lunes, 30 de abril de 2012

Gol en contra

Como quien no quiere la cosa, en los años '80 había múltiples graffitis escritos por doquiera que tú vayas y no te quiero hallar.

Asimismo, y también como quien no quiere la cosa, Juan Pablo II vino a la Argentina, en Abril de 1987, con un poco más de tiempo que la primera vez, en Junio de 1982, con ocasión de la guerra absurda de las Malvinas.

¿Qué tienen que ver las galletitas con el mundo platónico de las ideas? Nada, diría yo parcamente. Porque en apariencia no se sigue una estrecha conexión entre el viaje del Papa y los graffitis. Y esto aun suponiendo que hubiera habido alguna remota, remotísima.

¿Ah, no? Eso es lo que ustedes creen, desmemoriados de la primera época. O en esa época no tuvieron la sublime oportunidad de ver dicha conexión que, de esotérica, no tenía nada.

Con esto que voy a escribir no critico ni a la Iglesia Católica, ni a la Iglesia Argentina, ni tampoco a los católicos en general.

Con simplicidad de luna, aquí la onda no va a favor de los tarados que hicieron la campaña publicitaria de la segunda venida del Papa.

Hubo algún distraído, pues no puedo adjudicarle mala fe como a otras propagandas, que tuvo la mala ocurrencia de gestar la frase:

Viene el Papa, viene Cristo.




¡Lástima que el cartel está medio arrugado! Después de varias décadas de exploración arqueológica informática, lo encontré. No vaya a ser el caso de que algún otro "distraído" piense que soñé el episodio. O que lo imaginé en un estado de trance febril. Nada de esto, de eso ni de aquello.

Fray Luis de León
Emulando a Fray Luis de León, como decíamos hace poco rato, esta desdichada frase, además de voluntariosa, es errónea.

Siguiendo la Teología Católica en un todo, digo que:

a) la venida de Cristo, pero la verdadera verdadera, se dio con la sencillez de la primera celebración de la Misa en estos pagos, donde el pan y el vino se transubtancian en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesús.

b) el Papa es el vicario de Cristo, pero no el Cristo real.

Como en otras ocasiones, me parece oportuno recurrir al nunca bien ponderado Diccionario de la Real Academia de la Lengua Más Española que Manolo.


vicario, ria.
(Del lat. vicarĭus).
1. adj. Que tiene las veces, poder y facultades de otra persona o la sustituye. U. t. c. s.



O sea, si el Papa es el vicario de Cristo, vendría a ser algo así como Su Representante.

Entonces, con la venida del Papa, no vino Cristo, que a todo esto ya estaba aquí desde hacía un buen rato. Vino su Representante, que no es lo mismo en absoluto, a menos que yo no esté ni ebrio ni dormido, sino en coma, y sustente una diferencia inexistente. De ser esto último, ¡qué bollo teológico!, digo, no sé...

Y que no me vengan con que estoy tocando la guitarra o el violoncelo doctrinal.

Así, la frase "Viene el Papa, viene Cristo", es, además de falsa, un golpe a la sensibilidad religiosa del pueblo argentino, que desapruebo (el golpe, no el pueblo).

Nunca supe si "Los Eccos de Umberto" eran un grupo o un solo fulano. La cuestión es que escribían unos graffitis muy, súper cómicos. Contaban con la característica de tener una lógica rotunda, casi tipo mazazo.

Dos o tres días antes de que el Papa finalizara su viaje, con el aerosol rojo del que disponían en abundancia, en la pared a la calle de un galpón, en Santiago al 800, vereda impar, Los Eccos de Umberto escribieron:

Se va el Papa, ¿se va Cristo? 

Me causó mucha gracia.

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2 comentarios:

  1. Lamento disentir con los Eccos, la frase ¿se va Cristo?, no es graciosa, es mal intencionada. Y la otra no será una verdad teológico-dogmática, pero es expresiva y se entiende perfectamente.
    Dicho esto...antill

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    Respuestas
    1. Ésta era la idea de los "Pensadores": disentir sin que se generese una discusión interminable que no conduciría a ningún lado.
      Para mí, la frase-pregunta tiene humor y no me parece mal intencionada, sino que es el adecuado paso siguiente en el razonamiento de la primera frase.

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