¿No les parece mucho más fino pensado, escrito, leído y dicho en francés? ¡Pensar que en mi época...!
Para poder continuar con este epopéyico artículo en la formulación pertinente de comentarios, críticas, diatribas, inventarios, sales de baño y/o gruesas, mandarinas y avestruces, invito a mi pueblo y a mi público a mirar detenida, concienzudamente esta propaganda.
Desde ya, la primera vez que la vi me resultó bastante desagradable, por decir algo suave, en lugar de afirmar que me repugnó, por grosera, chabacana, etc.
Pero, empero, no obstante y sin embargo, no puedo decir que me agarró desprevenido: hace exactamente a la forma actual de hablar, me agrade o no, me produzca urticaria, me catapulte a la fama o me dé fiebre.
Soy del parecer que la forma de hablar tiene una enorme trascendencia. A decir verdad, Edward Sapir, lingüista y antropólogo norteamericano, fue quien formuló claramente la idea de que hablo según lo que soy y soy según lo que hablo, en un clarísimo vaivén de retroalimentación. En un libro suyo que leí hace unos 345 años, comparaba el castellano y el inglés; porque en inglés se piensa de una manera sintética, se habla así, y viceversa; en castellano, en cambio, por tener un lenguaje más discursivo, se piensa de igual forma, por lo que los hispano-parlantes hablamos también de una manera discursiva.
Sin dudas, el empobrecimiento del lenguaje no es ninguna novedad, como tampoco lo es la acelerada pendiente por la que nos estamos deslizando hacia una ignorancia sublime.
Otrosí digo, ahora bien y similares, fue necesario que se diera un proceso social que nos trajera hasta esta situación. El meollo de esto es que las malas palabras dejaran, a la vera del camino, la carga emocional negativa y/o agresiva que tuvieron, para pasar a ser dulces términos con los que saborizar cariñosamente a los que nos rodean.
Paradójicamente, ahora es más grave decirle a alguien "tarado" que "hijo de puta". Me resulta extrañísimo pues para mí "tarado", "idiota" y "estúpido" eran mis insultos preferidos cuando niño. Y si bien mi madre me regañaba por ello (discurso sencillo), sus retos no llegaban al cepo y la mazmorra.
¡Coincidencia! Recién, pero recién recién, buscando en Google bellas imágenes con las que ilustrar este panegírico, encontré la ilustración que antecede. Lean la frase de arriba. Es clara, ¿no?
Quizás esto que voy a escribir ahora a algunos les suene extraño.
El fenómeno de la carencia de carga emocional negativa de una mala palabra ya ocurrió hace casi unos 500 años, ¡y no estoy exagerando ni un ápice como hice pocos párrafos antes con un desparpajo digno de mejores y altruistas causas! Puede ser que haya ocurrido en otras ocasiones; no lo sé.
Tuve oportunidad de leer El Quijote en los años 1971 y 72, en una edición que debe haber sido anotada alrededor de la década de 1930.
En un momento, alguien dice: "don Hijo de Puta". Los editores presurosos pusieron una nota diciendo que el uso del gentil tratamiento que significa "don", Cervantes lo había escrito para darle más fuerza al insulto pues, en aquellos años, estas palabras no tenían "la carga emocional negativa que tienen hoy en día". En otro momento, Sancho Panza dice: "¡Puta, puta, puta!". Los ya ruborizados editores volvieron a aclarar que esto se correspondía con la anotación anterior. ¿Y si algún se escandalizaba y tenía la estrafalaria idea de enjuiciar a la editorial por su vocabulario soez?
Dato al paso. En un momento en que el Ingenioso Hidalgo está por levantarse de la cama, le pide a su fiel Sancho que le alcance las alpargatas. Este detalle me sorprendió mucho, al suponer que esta palabra era sólo una marca registrada, como en efecto lo es. No dejé de buscar en el diccionario:
alpargata.
Como siempre, las conclusiones válidas las formula el lector, para sí mismo y para quien quiera escucharlo.
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Querido blogero (o blogeador),
ResponderBorrarClaro que estoy de acuerdo contigo. La decadencia es grave y, lamentablemente, parecería ineluctable. Pero es cierto que ese tipo de fenómeno, como el de la decadencia de la juventud, se produce constantemente. Se encuentran frases de tipo : "la juventud no es lo que era en nuestro tiempo", los jóvenes no respetan a los mayores, como lo hemos hecho nosotros", etc. Y son frasees de Sócrates, Aristóteles y otros...
Cambiando de tema, tendrás que corregir el intitulado de este blog. Qué fineza se traduce : Quelle finesse. Tal como lo has escrito quiere decir : qué es fineza y no puede usarse si no es en interrogación. En realidad, no se dice. Lo lamento.
Un abrazo.
¿Será entonces que el ser humano vino "fallado de fábrica"?
BorrarPara que en castellano la palabra se pronuncie bien, debe escribirse "bloguero" o "blogueador".
No puedo cambiar el título porque se convertiría en un artículo distinto.
La traducción no me sonaba, pero...
Chau,chau, chau.
Pude cambiar el título sin problemas. Gracias mil.
BorrarAmbos tenemos excusas, no te parece?
ResponderBorrarAquello de que vinimos "fallados de fábrica", me ha hecho pensar bastante, en algún momento. Ahora lo tengo más claro.
En qué estaba Dios, cuando nos creó? Se habrá equivocado? Imposible!! Entonces, es otra cosa. En algo nos equivocamos pensando así.
Creo que vinimos divinos, bien derechitos, y nos hemos ido torciendo, por descuido. Pero estamos corrigiendo el rumbo. Y lo vamos logrando bastante bien. Si no, ni cuenta nos daríamos de que cometimos y cometemos muchos errores.
Sigamos corrigiendo, vale la pena. Y para eso vinimos...
Un fuerte abrazo.
¡Plenamente de acuerdo, gentil caballero!
BorrarÉsa es precisamente LA idea clave para la redacción de este blog inmemorial.
Como dice la Oración de la Serenidad, segunda línea: "valor para cambiar lo que puedo cambiar".
Estás seguro de que alpargata era una marca?
ResponderBorrarGracias por el artículo del diccionario. Me encanta la etimología.
Marche otro abrazo.
Estoy seguro de que es una marca registrada. Éste es el nombre de la empresa que fabrica en Argentina este calzado tan criollo como la empanada, además de súper cómodo.
BorrarNo me había dado cuenta de que cuando escribo en tu blog, lo estoy haciendo allá, en Argentina. Tengo los brazos larguísimos, se me fue la mano, en realidad, se me fueron las dos, más de 12 000 kilómetros. Qué exagerado, che!!!
ResponderBorrarY la prueba es que la hora indicada, es la de allá!!!
Lo raro es que al mismo tiempo que escribo, me subraya en rojo casi todas las palabras, como si se esperaba a que escribiera en francés, puesto que solo deja sin subrayar, las palabras mixtas a los dos idiomas (en la escritura, por que por lo que es del significado, dos por ejemplo, en francés es espalda y no me lo corrige - la pobre máquina no sabe de lo que hablo).
Si alguien puede explicarme por qué el blog corrige lo que escribo, siendo que, por la hora, uno diría que el blog está allá, en Argentina. Espero sabias explicaciones.
Marche un tercer abrazo.
Alvaro, los misterios de la informática son muchísimo peoress que los del Universo.
ResponderBorrarCoincido con ambos, y no me sorprende nada la decadencia verbal, etc. porque Aristóteles tampoco se asombraba, lo "mostraba", y ha corrido mucha agua desde entonces (Aristóteles y yo, un solo corazón). Entre otras cosas, para mí el tema pasa por el uso de una libertad mutilada por el pecado original.
Dejo el tema, me da para un libro pero tengo que irme a trabajar.
Antill, tu morrouw (aquí la máquina no corrige ninguna palabra, deben estar super bien escritas, no?)
Hace unos cuanto años, se me dio por buscar la etimología de "misterio". No recuerdo porqué, pero lo hice.
ResponderBorrarLa relación más larga que encontré fue: "parecería que vendría de un verbo griego cuyo significado habría sido 'guardar silencio'."
Tanto verbo en modo condicional resulta significativo, es decir, que no es seguro el origen de esta palabra.
Me vino muy bien saber esto para empezar a dejar de preguntarme obsesivamente el porqué de todo. La mayoría de las cosas rebasa mi entendimiento, por lo que no puedo decir mucho, o sea, "guardo silencio".
Le comenté esto a un amigo mío, licenciado en Filosofía. Me dijo: "eso es lo que decía Wittgenstein".
Así me enteré de su existencia, y de una frase que lo hizo trascender. Escribió: "De lo que no se puede hablar, mejor es callar".