Para creer en un mundo mejor

¿Quién dijo que todo está perdido?

¡Yo vengo a ofrecer mi corazón!

Fito Páez, 1985.-

Esto que escribió el cantautor rosarino, y que Mercedes Sosa grabó en una versión inmemorable, es, sin dudas, la misma inquietud y postura que tiene Rolando, ese amigo mío tan querido que ya nombré varias veces en este sitio.

Fue él quien, hace ya bastante tiempo atrás, por no decir el año pasado apenas comenzado el ejercicio del sanamente bien condimentado blog, me sugirió que intercalase alguna propaganda positiva, que también las hay. En esto, otros amables lectores concuerdan con mi amigo.

Asimismo, fue también el quien me hizo ver, en YouTube, la propaganda que incluyo hoy en este artículo.

Apenas la vimos, me propuse escribir este auténtico incunable de inmediato, valiendo la redundancia del apuro. No obstante, como con cualquier otra noble causa, mientras más me esforzaba por hacerlo, más se distanciaba de mí. Y así, así, como la zanahoria del burro encantado y/o tarado. Ahora bien y otrosí digo: tanto va el cántaro a la fuente que, al final, se llena. Era lo que me decía pacientemente mi abuela, la refranera, quien siempre llevaba razón en estos temas y en múltiples otros.

Habrá quienes puedan pensar que si cada vez que alguien me hace una propuesta, demoro tanto tiempo en llevarla a cabo, mejor sería que me introdujeran suavemente en un cubo y me arrojasen por la ventana. Pues no es éste el procedimiento a seguir, ¡ni mucho menos!, según mi buen saber y entender enhorabuena y en defensa propia.

Cuando advertí que el artículo, con tanta voluntá encarado, no se escribía ni ahí, decidí dejarlo de lado, en un standby importado pese a Moreno (no a Mariano, que Dios lo tenga en su Gloria).

Esta tarde y de repente,  el artículo comenzó a fluir de mis manos cuyos dedos bailoteaban locamente en el teclado de la computadora.

Miren primero la propaganda. Es siempre mejor saber de qué se trata, hoy y siempre, no sólo el 22 de Mayo de 1810, que a la fecha quizás resultaría desactualizado.

¿Les gustó? ¡A mí, sí! Sería más absurdo que el blog, mostrar una propaganda que no me gusta, diciendo que es buena. En fin, pienso cada cosa...

Leyendo atentamente los mensajes que aparecen, puede comprobarse con facilidad que todos son positivos.

También, es fácil ver que este video es de Coca-Cola, una empresa multinacional cuyo objetivo primario no es hacer beneficencia.

Es probable también que los porcentajes presentados no sean tan exactos como lo que se muestra.

Destaco, por sobre todo, la frase final cuyo verbo es compartir.

Cambio.

Al buscar este video en YouTube, cierto tiempo después de que Rolando me lo mostrara, me encontré con una serie de comentarios que lo denostaban impíamente, por imperialista, irreal, engaña-bobos, y polvoriento.

Además, había otros videos con los textos cambiados. Por ej.: por cada madre que prepara una torta de chocolate, hay 300.000 niños que mueren de hambre.

Cara y contracara

Es posible, recontra posible y probable. Hay inconmensurables injusticias en el mundo. Sin embargo, una cosa no invalida la otra. Cabría decir: por cada niño que nace, muere un anciano. ¿Qué hacemos? ¿Que no nazcan niños para que no mueran los ancianos? ¿O matamos a todos los ancianos para que nazcan tantos niños como sea necesario?

¿Podemos ser tan necios como para no resaltar las cosas buenas que nos permiten seguir adelante? Esta propaganda, por mucho que sea de Coca-Cola Marca Registrada, nos invita a pensar que hay diversas perspectivas para mirar un mismo acontecimiento, cosa, persona, etc., y lograr tener una visión positiva. Aquí cabe, como en tantas otras cuestiones, lo del vaso medio lleno / medio vacío.

Necesitamos, quizás más que nunca, la Esperanza que nos invita a caminar, cada vez un poco más.

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