ATENTO EL PIOJO:
No viene al caso que cuente una anécdota de fines de los '80s, en la que un fulano me robó un razonamiento efectuado por mí, en un rapto de algo, el día previo pasado anterior a tan infeliz acontecimiento. El mediocre ladrón nunca supo que yo me enteré en el mismo momento en que reproducía arteramente mis elucubraciones sin hacer
NINGUNA mención de la fuente, ósea, yo parlante, escribiente y, con frecuencia, pensante. Además, en esa oportunidad,
oyente, pues lo oí con total claridad.
¡¡ ME REVENTÓ !!
Entonces, no voy a hacer lo mismo, en un claro intento de poner en práctica algo de coherencia que, últimamente, no está abundando a lo loco.
Declaro a ese fin y mismo propósito: esto de la
Triple Herejía fue algo que me hizo notar un conocido en 1976.
No lo menciono por el simple hecho de que no recuerdo quién fue, pese a recordar las circunstancias con claridad.
Al menos sí digo, este comentario no surge de mi olla cerebral, con frecuencia hirviente.
Si ahora cada uno de ustedes va a venir hasta casa a criticarme mi lentitud en reaccionar y comentarlo recién en este propio momento de la actualidad actual, estoy frito.
¡¡ PIEDAD !!
Digo, sepan comprender que no han sido tiempos fáciles. Para mí ni para nadie.
Como acabo de enunciar, esto no se me ocurrió a mí. Sin embargo, en ese fecundo instante coincidí, con quien me lo dijo, en las reflexiones que me planteó.
Escribo este artículo para seguir apoyando la Coherencia en todo lo que más pueda.
No necesariamente tiene que ser algo que me afecte en lo personal. ¡Menudo gazapo que sería!
Como habréis visto, fervientes seguidores de
La Grieta, mis comentarios versan sobre múltiples cuestiones. Todas ellas tienen en común conmigo que, como mínimo, inciden sobre mis congéneres, los seres humanos.
LA CRUZ EN LA FOTO:
Bue, bien, nada, esta foto corresponde a la pared lateral izquierda de la Iglesia Catedral de Rosario, Santa Fe, Argentina.
Como quien dice, se enfrenta al edificio de la Municipalidad, si se toma el trabajo de cruzar el Pje. Juramento. Este pasaje se hizo para integrar el Monumento a la Bandera a la Plaza 25 de Mayo y, contextuadamente, a toda la ciudad.
En el boceto que sigue, la Cruz en bajorrelieve se ve con relativa claridad.
LA INSCRIPCIÓN:
Aquéllos que me conocen, saben que tengo una leve inclinación a la exageración alucinada. Empero, no me atrevería a afirmar, a tontas y a locas, que la frase que antecede sea de una extensión extensísima.
Quizás compararla con la Summa Thelogica de Santo Tomás de Aquino podría resultar un tanto desmedido, o con la Enciclopedia Británica, de neta raíz colonial.
Esto me hace recordar a Landrú y su Gracián: "Lo bue, si bre, dos veces bue".
Vuelvo a la Inscripción y digo que, a mi parecer, consta tan sólo de tres palabras.
Si pese a la ola de calor que nos arrasa, sois capaces, invertebrados lectores, de leer conmigo, es recontra probable que nos pongamos de acuerdo en que esas palabra son:
A) SALVA
B) TU
C) ALMA
Para reasegurar esto, vuelvo a colocar el trozo ad hoc de la foto.
LAS TRES HEREJÍAS:
No es necesario ser un genio loco desmadrado como para advertir que, a cada palabra, se le corresponde una herejía.
Por lo mismo cabe reflexionar, por separado, sobre cada una de estas tres palabras.
SALVA
En un relampagueante análisis gramatical, podemos advertir, estimados alumnos, que nos enfrentamos a la forma imperativa de segunda persona singular del verbo "salvar". Hasta aquí, todo regio.
Esta simple palabra, traducida a nuestra lengua materna, es:
SALVÁ.
Hasta aquí, todo regio.
¿Cuándo se presenta el problema? Cuando le agregás las otras dos palabras de esta frase sencilla.
Salvá tu alma.
Según la doctrina cristiana, es Dios quien salva, a través de la Encarnación, Crucifixión, Muerte y Resurrección de Jesús, el Cristo.
Si por el contrario, esta frase me ordena
a mí "salvar mi alma", no concuerda con la doctrina y, por tanto, se convierte en herética, mejor dicho, ya lo es.
También según la doctrina, Jesús no vino a salvar a aquéllos que no tienen ningún interés en ser salvados. Esto implica que "el salvado" tiene que poner algo de sí.
EMPERO, la acción salvífica
sigue correspondiéndole a Dios.
TU
Noto que un alumno sentado en la primera fila, por muchos conocido como Juan Ignacio Sepúlveda, alias Juani, se mueve inquieto en su silla.
- A ver, Juani, decíme qué te pasa.
- Por más que pienso, no encuentro forma alguna de convertir este simple adjetivo posesivo de segunda persona del singular, en algo herético. Se lo ve tan pequeño, tan sólo, tan...
- Te dije ya en numerosas oportunidades que es mejor que controles tu ansiedad. Si me dejás seguir, podrás ver hacia dónde se desplaza el devenir racional de estos sencillos razonamientos.
- 'Ta bien pero este adjetivo... pobrecito, tan solito, tan singular... ¿qué puede tener de hereje?
- Acabás de decirlo: ¡¡singular!!
- ¡Ah no! ¡La singularidad no es herética ni ahí!
- ¡Claro que lo es en este caso! La salvación es, como mínimo, de a dos.
- ¿No me dijiste, acaso, que soy yo el sujeto de mi propia vida, que nadie puede vivir por mí? Eso es singular, es ser individuo.
- Sí, sí te lo dije. Pero también te dije que para ser plenamente humanos, necesitamos de los demás. Ejemplo elemental: la Humanidad, de suyo, necesita del hombre y de la mujer para poder supervivir en su continuidad existencial de especie de postura erecta y caminar bípedo.
Y sigo. Jesús mandó a sus apóstoles a predicar de a dos en dos. La etimología de la palabra iglesia viene de "asamblea", en griego; ¿hay acaso una asamblea de una persona sola?
Parece ser que el plan salvífico de Dios incluye, como ya dije, a dos o más.
¿Te diste cuenta de que la oración que el propio Jesús enseñó dice: "Padre Nuestro"? ¿Es nuestro adjetivo posesivo singular o plural?
ALMA
Como para ir terminando.
De acuerdo a la filosofía aristotélico-tomista, preferida por la Iglesia desde antaño, el hombre se define como la unión de "cuerpo y alma".
Es claro que lo que acabo de escribir es algo extremadamente sintético pero resulta suficiente para el fin de este artículo.
Si el hombre es "doble" (un decir), ¿a quién se le puede ocurrir que la salvación es solamente para su alma?
Siguiendo con la doctrina cristiana, la muerte consiste en la separación transitoria del alma y del cuerpo. La salvación eterna viene con "la resurrección de la carne" (= los cuerpos), cuando se da la re-unión del cuerpo con el alma.
¿Pensáis, mi amado público, mi subyugado pueblo, que "la salvación del alma", así, a secas, no está más bien distante del planteo doctrinal? ¿Tiene esto sabor a herejía?
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Copio del Dic. de la Real Acad.:
herejía.
1. f. Error en materia de fe, sostenido con pertinacia.
2. f. Sentencia errónea contra los principios ciertos de una ciencia o arte.
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INFORMACIÓN IRRELEVANTE:
He visto, en diferentes iglesias, cruces similares con la misma inscripción, claro está.
Con seguridad recuerdo una. Está en la fachada de un templo, del lado derecho de la puerta de ingreso. La iglesia referida se encuentra en la esquina de las avenidas Luis María Campos y Dorrego, en Buenos Aires.
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¡ LADRAN, SANCHO, SEÑAL DE QUE ESTÁN VIVOS !