Y bien, al ver esta publicidad por primera vez, sentí cómo un remolino memorioso me succionaba hacia el pasado no tan remoto: tan sólo cincuenta y cinco años de amortiguadores contra los shocks emocionales o paranormales.
Súbitamente me acordé de una peluquería para hombres que había en la otra cuadra de la casa de mis padres en la que, por razones perpléjicas, todavía vivía. ¡Y pensar que era un grandulón de siete años!
Cuando mis hermanos y yo teníamos que cortarnos el pelo, habitualmente nuestro padre nos llevaba a una peluquería del Centro. Pero había ocasiones que requerían cierto apuro, y nuestra madre nos mandaba hasta la peluquería del rioba por un tobogán enjabonado.
Recuerdo con claridad translúcida o transparente, detalle al paso, un cartel pegado en una pared perpendicular a la calle. Dicho cartel era, en la realidad de esa época, una propaganda de vino que decía más o menos así, al pie de la letra: "Al pan, pan; y al vino, Toro".
Me impresionó también, a esa edad tan avanzada, que dicha propaganda se tomara en solfa una frase del Evangelio. Deduzco que no debe haber sido muy grave.
Con el paso de los añares, una que otra vez esta frase, en serio bien lograda, fue usada con el mismo fin y propósito.
¡Abracadabra, he aquí la propaganda!
Este comercial, más allá de su tinte triste, melancólico y romántico, tiene algo a lo que adhiero con fervor patrio.
Un señor de mediana edad y atildado, quizás el dueño de casa o anfitrión, sube a la tarima y nos propone, en un brindis con fines de lucro cesante, que nos dejemos de hinchar con tanto palabrerío en inglé, como si el castellano se hubiese esfumando en el aire tóxico del monóxido de carbono o del chofitol.
Sé inglés. Empero, me molestan los carteles en inglés, justiniano como el que acabo de poner, en esta misma entrada, sobre peluquerías antiguas. Lo puse exclusivamente para que sepan a qué me refiero.
Hablando en serio (no me da para mucho), me parece muy bueno tratar de volver al uso de nuestro idioma que, innegablemente, es muy bello y riquísimo en su vocabulario.
También me hace palpitar el uso de los mensajes de texto, los mails, las redes sociales, los chats y los parches para los juanetes. Con el pretexto de la velocidad, cada vez se escribe peor en muchos sentidos: contenido, redacción, ortografía, vocabulario, abreviaciones. Le pregunto al vacío: ¿qué tiene de bueno, en sí misma, la velocidad?
Y le pregunto a mi pueblo y a mi público: ¿cuántos de ustedes se animan a confesar que no tienen ni la más remotísima idea de los antiguos y milenarios trucos de la dactilografía?
Entonces, guareciéndose de los aluviones de quejas rurales, los usuarios afirman con despiadada tranquilidad que cometen errores porque están "muy apurados". ¡Ja, que le vayan a otro con ese cuento!
¿Qué quiere decir "palimpsesto"? Mirá lo que me preguntás, qué sé yo; sigo porque estoy hasta las manos. Nadie tiene tiempo de mirar el diccionario, Google o lo que fuera.
Repito lo que puse un poco más arriba: me parece muy bueno & importante tratar de volver al uso de nuestro idioma que, innegablemente, es muy bello y riquísimo en su vocabulario.
¿Pólvora en chimangos? Que haya muchos que no lo entiendan así, no cambia la cuestión, en mi humilde opinión que, como suelo decir para la alegría de los lectores, de humilde no tiene na' de na', pero que es opinión cueste lo que cueste y/o pese a todo, la pucha digo, por decir algo.
Mientras pueda, voy a seguir con mi impulso a impulsar a los demás para que piensen. Es decir, o sea, empero no voy a abandonar la de motu proprio ya iniciada "cruzada de culturización", como la denomina mi queridísimo amigo Rolando.
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¿Estoy siendo extranjerizante, como Pancho Ibáñez, al usar el signo "&" ?
¿Por qué es correcto escribir "proprio" en vez de "propio"? ¿Se me piantó alguno de mis hábiles dedos y me da fiaca volver más arriba y subsanar el error?
Deseo que todo el artículo, y las preguntas que acabo de escribir, no caigan en saco roto. O, hablando mal y pronto (frase justificativa absurda que lleva a utilizar más tiempo en el habla), no sean al cuete.
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NO ES, ¡NI AHÍ!,
PERJUDICIAL PARA LA SALÚ.
Ministerio de Planeamiento, Urbanismo y Luz Eléctrica
En principio, y en final...de acuerdo o dàcoord (ja!), y la propaganda es muy buena (no tanto el vino Toro).Lo siento, ahora no tengo tiempo, y aunque nadie lo crea es verdad, de resolver los acertijos. Proprio es latín, o no?.
ResponderBorrarRaquel:
ResponderBorrarAmbas palabras son latinas:
"motu" = movimiento (en este caso: iniciativa)
"proprio" = propio.
Viste cuánto idioma sé?.
ResponderBorrarMoto propio primo feliciter!!!!, que tal?.
Antil