¡Ay, Google...

... que tenés inconsistencias y sin embargo te quiero!

Me resulta extraño, y hasta cómico, hablar de "absurdos" desde un servicio un poco absurdo.

Por las dudas, traigo al consciente que tanto Blogger como Gmail son parte de la empresa (o lo que sea) Google.

Advertencia: no hice un análisis exhaustivo del enorme conjunto de servicios y herramientas de Google. Lo que encontré fueron dos cosas que se me hicieron patentes por sí mismas.

No se trata de contradicciones de magnitud, pero sí de notas que siguen confundiendo a la población, tanto aquí como en el resto del Mundo.
Blogger es la parte de Google que facilita, permite, autoriza, ayuda, y un toco más de cosas, para hacer un blog. O sea, hice este blog gracias a Blogger.
Pero (no se preocupen, siempre hay peros) pesqué que el sitio tiene una clara "diversidad" en el botón para enviar una entrada por mail.
Casi al comienzo, tiene esta leyenda: "La información que proporcione en este formulario sólo se utilizará para enviar el mensaje a su amigo. No se utilizará esta funcionalidad con fines publicitarios ni para una autopromoción excesiva".
Destaco que las negritas y las cursivas son mías.
He aquí la duda que atenaza los muebles de mi comedor: si la información es SÓLO para enviar la entrada, ¿para qué se aclara que no se usará para publicidad o autopromoción EXCESIVA?
Es decir, de la "soledad" para enviar la entrada, se quedan con un poco para hacer "algo" de publicidad. A mi refractario parecer, esto no es del todo coherente.
Vuelven a resonar en mi memoria que, de tanto en tanto, me acusan de exagerado, minucioso, detallista, andinista, carterista y unas cuantas cosas más.
"¡Señor Juez, me declaro inocente de todos estos cargos! Los rechazo porque las cosas que me imputan no son acciones deliberadas de mi parte, sino que me suceden, como 'si me lloviera'. Ser observador es una cualidad innata. En todo caso, un don de Dios. No he hecho absolutamente nada para desarrollarla.
Por otro lado, tener buena memoria tampoco es una virtud. Otro don, nada más".
Ante la abrumadora contundencia de mis argumentos, el juez condenó a los querellantes a resarcirrme con una importante indemnización consistente en una docena completa de bananas.

Por su parte, Gmail tiene también un curiosa leyenda en su Papelera. Si pongo mi cuenta de e-mail en inglés, al vaciar esa parte mencionada, aparece un sencillo cartel: "No conversations in the Bin. Who needs to delete when you have so much storage?!"
Tranquilos chicos porque, al poner el correo en castellano, la incunable frase dice: "No hay ninguna conversación en la Papelera. ¿Acaso hace falta eliminarlas cuando se tiene tanta capacidad de almacenamiento?"
Un detalle diferente: tanto Hotmail como Yahoo, que son los servicios de e-mails más difundidos, a los mails les llaman "correos". Gmail, en cambio, los denomina "conversaciones", como si se tratara de chateo. "Chat", en inglés, significa "conversación informal". A base de tonterías se construye un castillo de arena.
Todavía me dan escalofríos cuando leo esta romántica frase perfumada, con lo que me gusta guardar cosas inútilmente.
¡¿Qué me importa a mí tener tanta capacidad de almacenamiento cuando no tengo ganas de almacenar nada?!
La leyenda, empero, ahí está, para sorprender arteramente al usuario, que no se da cuenta de cómo lo invitan con toda amabilidad para que se compenetre más y mejor con la sociedad de consumo, que se caracteriza por acumular cosas innecesarias.
Guarda la tosca: el avance tecnológico me parece brillante e importante, sobre todo en el plano de la salú. No puedo decir, sin inmutarme como un iceberg, que un blog es una tontería más. A lo que apunto con certera puntería es a no tener cosas que no se usan o que no se saben usar.
El que no dejó de comprar, se embromó.