lunes, 28 de enero de 2013

¿PARANOIA?

Voy a contarles, mi querido pueblo, mi querido público que tanto me aguarda, una anécdota de esta tarde.

No me gusta que piensen que estoy alardeando, o que echo facha, o que estoy mandándome la parte, o que estoy haciéndome el agrandado (petiso pedante) o que estoy a favor del más estruendoso autobombo. No es verdad. La cruda, crudísima realidad es lo que paso a relatarles ahora, si no siguen interrumpiéndome con bobadas y/o ñoñerías anticuadas.

Esta tarde recibí un e-mail de los Estados Unidos de Norteamérica. Me lo mandó un tipo que conocí en YouTube y que reside en ese país.

Lo recibí en mi cuenta de correo súper electrónico Gmail que, como su nombre lo indica, pertenece al grupo internetario Google & Co.

Puesto que el remitente no te juna ni pizca de castellano (Seattle queda muy al noroeste de cualquier lugar), le respondí en inglés.

Su envío fue, con las manos en el fuego lo afirmo, más bien un re-envío, en el que me sugería que mirase algo, vaya uno a saber qué pues la mencionada carta recontra electrón. no tenía links, ni archivos adjuntos... ¡ni siquiera una papa frita!

Presto, raudo y despeinado, le contesté que a veces, al reenviar algo, los archivos adjuntos no se reenvían. Algo así como que cortan los lazos que los aprisionan y retoman su vuelo libre, que no libertario.

Me despedí afablemente y traté de enviárselo.

LSD, mi vieja gran amiga!
¡Ja, sorpresa la mía, sorpresas me da la vida! Se me abrió una ventana pop-up en medio de la pantalla, advirtiéndome sobre un error gravísimo que estaba a punto de cometer.

Juro, so pena de muerte de quien lo desee, que hoy no consumí hongos de ningún tipo, es decir, no estaba alucinando.

Insistí con hacer click en "Send" (acuérdense del inglés), ¡y otra vez el mismo chiste! Me fijé bien y logré enviar mi escueta respuesta.

Sin embargo, empero, pero y espero, esa ventanita canyengue me dejó un tantico preocupado.

Pensé y pensaba: ¿funcionará así sólo en la lengua materna de la Madre que lo Repatrió, o en castellano será igual?

Volví a la computadora y me escribí un mail en inglés a mí mismo poniendo las palabras letales "attached files", verbigracia, "archivos adjuntos".

¡Otra vez lo mismo!

Cambié el mail al castellano de Cervantes. Escribí las palabras que anteceden, ósea, "archivos adjuntos", y no pasó one (¿lo recuerdan?). Esta vez sí cometí un error; además de enviármelo a mí mismo, se lo envié también a una amiga mía argentina por donde la mires, por lo que tuve que escribirle brevemente sobre mi error cautelar.

Volví al inglés y repetí el artilugio.

Precavido como soy, ya me había preparado para sacar una foto instantánea de la pantalla para incluirla en este inmejorable artículo, pues ya también se me había ocurrido volver aquí espasmódicamente.

FOTO ELEC. DE LA PANTALLA DE MI NOTEBOOK ESTA TARDE FATÍDICA.

Como el cartelito tan bien ponderado no se alcanza a leer ni por casualidá, lo recorté, lo amplié y ahora lo coloco:

CARTELITO AD HONOREM

Además, no doy por descontado que mis excepcionales lectores saben inglés, con lo cual procederé a traducirlo, de manera que su lectura desapasionada resulte clara como el petróleo ganadero.

Este amable mensaje dice más o menos así, a saber a):

¿Quería adjuntar archivos?

En su mensaje, usted escribió "archivos adjuntos", pero no hay archivos adjuntos. ¿Lo envía igualmente?

¡Piedad! ¿Y yo ahora qué?
Desde mis ojos miopes, cual reguero de pólvora la paranoia corrió hasta mi cerebro reblandecido e inhóspito.

Pensé en una sugerencia reiterada en múltiples sitios web: Cambie la contraseña cada medio segundo, o cada segundo medio, para resguardar su privacidad.

Me reí con nerviosismo histericoide mientras reflexionaba: "¿Para qué? ¿Para que mi anciana y jugadora compulsiva vecina no se entere de las tonterías que escribo? ¿Es que acaso los mercaderes de Google no están enterándose al instante, en vivo, en directo y en alta definición, de lo que escribo?"

Fantasmagórica la máquina en su capacidad de análisis y de mostrar advertencias. Atento el piojo, estoy hablando de la máquinita de Google (y de cualquier otro operador de Internet) y no de mi modesta compu.

Aquéllos que tuvieron la exclusiva posibilidad de leer mi artículo del 27 de Agosto del año próximo pasado, intitulado "Gran Hermano (Big Brother)", comprenderán que lo recordé en ese medio segundo que tanto y tanto recomiendan.

¿Voy a cometer la falaz osadía de pensar que los cándidos habitantes del Planeta estamos siendo controlados? ¿Yo, pobre piojo resucitado, enfrentaré al Imperio de Orwell o de Asimov con altivo desconcierto?

Pensé también: ¿Qué habría pasado si hubiese redactado un texto como el que sigue, en inglés claro?

Querido amigo terrorista:

Adjunta te envío la fórmula para la bomba que necesitarás dentro de quince días. Recuerda que es para usarla en el próximo atentado, de acuerdo a lo previsto en la reunión que tuvimos en lo del Toto Méndez, el viernes 18 a las 20:45.

Abrazo cordial,

Carlos María
anarquista de la primera hora

Sí, los entiendo. Habría sido un terrorista bastante tarado, por no decir opa irredento. Pero...

... ¿cuánto tiempo habrían demorado en llegar los de la Gendarmería, el FBI, la CIA, Interpol y las damas de la Sociedad de Beneficencia?

¡No, me resisto a razonar en estos términos! ¡Qué mal pensado soy!

Los de Google (porque de ellos se trata en este día) tienen la gentileza cibernética de prevenirme ante una posible equivocación.

Por así decir, son representantes de Asistencia al Consumidor y de la Defensoría del Pueblo.

Y a mí se me da por esbozar una crítica venal...

¡¡ QUÉ ALIVIO NO HABERLA HECHO !!


========================================================



8 comentarios:

  1. Por un lado, me parece buena la ayuda de Google para evitar que cometás el error de no enviar un archivo adjunto cuando lo anunciás en el correo (probablemente sea un programa automático que detecta la palabra y a la vez controla si hay o no adjuntos). Pero por otro lado, tenés razón, de alguna forma está controlando los correos que enviamos y podría ser que tienen palabras claves que alerten a las autoridades en caso de alguna mención criminal. Entonces, ya no podés escribir tranquilo lo que querás, ni siquiera si es una broma. Es más, te diría que tengás cuidado, a lo mejor están controlando este blog y ya vieron tu mensaje terrorista, ojo con la CIA...
    Otra pregunta: no me quedó muy claro si funciona o no en español o solo en inglés.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Bueno, bueno...
      Es claro que se puede pensar en una ayuda de Google. También se puede pensar que es una forma de decirte: "Tené ojo que estamos controlándote".
      Respecto del idioma, lo único que pude comprobar fue que esas dos palabras funcionan en inglés y no en castellano.
      No tengo forma de saber qué otras palabras pueden estar activadas como para que la gente de la CIA te dé una manito en tu viaje al Cielo.
      Coincido con vos en que es más recontra posible que controlen los blogs, YouTube, Google+, etc.

      Borrar
    2. Lamento decrite que estoy seguro de que esta estratagema de la que nos hablás, no es tal.
      La advertencia que te permite efectivamente de no mandar un mail SIN los archivos adjuntos que prometiste en el texto que lo mandabas, está en tu computadora, y no en Gmail. Que una vez que mandaste el mail, haya un programa en Gmail y los otros, que analise el texto entero para detectar palabras claves, no cabe duda. Pero ANTES de mandar el mail, sólo tu computadora sabe lo que estás escribiendo.
      En la mía, agregué una palabra que uno usa seguido, además de ADJUNTO. Y cuando escribo un mail diciendo a alguien que le adjunto o transmito un archivo, al final la compurtadora me lo recuerda (de puro gaucha que es).
      Espero curarte un poco de ESA paranoïa. Quedate con las otras, que son bien necesarias...
      uN ABRAZO.

      Borrar
    3. Pues diría que no, aunque no puedo asegurarlo con la verdá en un puño.
      El procesador de texto Word tiene un verificador de ortografía que sí está grabado en el disco rígido de mi computadora, junto con todo el programa.
      Google (o Gmail) tiene un verificador de ortografía distinto que está, por decirlo de alguna manera, en La Nube.
      Precisamente porque Gmail, el blog y 300 millones de cosas más no están grabadas en el disco rígido de mi venerada notebook, es que puedo acceder a ellas desde cualquier lugar del planeta Tierra.
      Otrosí digo: hasta prontito.

      Borrar
    4. Insisto. Mientras no envíes un mail, Gmail no sabe lo que stás haciendo, creo. Lo que no te impide escribir, puesto que para poder entrar en contacto con Gmail, descargaste al prinicipio, un programa sencillito de uso. En ESE programa, está ese tipo de verificador, que te advierte que nos has adjuntado el archivo. Eso no impide Google de controlar el mundo entero (lo que es bastantito...), una vez que mandaste el mail bendito.
      Creo que hay que investigar quién de nosotros dos se equivoca. El tema, aunque no tengamos la más mínima posibilidad de interferir, tiene su importancia.
      Chaucito.

      Borrar
  2. Chicos, funciona también en español, y me ha pasado. Pero como mi paranoia es "superior". no me pareció importante. Casi le doy las gracias a Google....
    Qué sugieren?

    ResponderBorrar
  3. El mensaje pasado, se me escapó como mensaje anónimo, que de anónimo, no tiene nada...
    Mil disculpas.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. El meollo de la cuestión es justamente que somos controlados por miles de lugares distintos.
      En lo que a mí se refiere, me importa tres pares de pepinos porque no tengo nada que puedan sacarme con provecho alguno.
      Y las cuestiones informáticas son tan "ajenas" a nosotros, que no importa demasiado cómo lo hacen.
      Hasta pronto.

      Borrar