domingo, 13 de septiembre de 2015

Informática intergeracional


Computadora Z1. Esta pequeña maquinita la encontré en Wikipedia. Muestra claramente su tamaño.

Hay discrepancias entre algunos historiadores-técnicos sobre cuál fue la primera computadora.

Elegí ésta. Los que quieran ampliar sus conocimientos, no tengo inconveniente que surfeen por Google.

El Z1 está considerado como la primera computadora mecánica programable del mundo. Fue diseñada por el ingeniero alemán Konrad Zuse entre 1935 y 1936 construida entre 1936 y 1938, y destruida junto a todos sus planos de construcción en diciembre de1943 durante el bombardeo aliado de Berlín en la Segunda Guerra Mundial.

Desde 1936 a 2015, como quien dice, hay suspiro, y llegamos así, casi sin darnos cuenta a las tablets, salteando los smartphones que no vienen al caso. Me estoy refiriendo, queridos amigos y compatriotas, a las tarjetas de crédito, que están apoyadas por toda esta enorme cantidad de dispositivos que pueden llamarse, por derecho propio, computadoras, o sea laptops,  notebooks, netbooks, etc., un decir.

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Toda esta velocísima historieta informática tiene su correlato en nosotros, pobres seres humanos desplegables y catatónicos.

Así, por ejemplo, lo que nos muestra esta propaganda es que, en mi humilde (que de humilde no tiene nada) opinión es muy buena.

Ahí los ves al abuelo y al nieto, conversando amigablemente sobre la incorporación, o no, de una tarjeta de crédito que, se supone, aumentará sus ventas.

ADVERTENCIA: El abuelo NO ES el marido de mi abuela, la refranera.

Los viejos, está claro, ¡zácate, volví a ser peyorativo! Los ancianos, está claro, normalmente desconocen los avances tecnológicos que ha habido en los últimos años. Por esto, ofrecen resistencia. En este caso, el abuelo no quiere dejar de  fabricar el helado de kinotos al whisky, porque Alfredo (viejo, y ahora único, cliente de este refrigerio) es quien lo pide.

El nieto, con paciencia y ni una gota de violencia,  discute con su abuelo, sugiriendo otros gustos de helados.

El abuelo lo contradice tan tranquilo como pancho por su casa, y afirma que, a pesar de contar ahora el negocio con la nueva tarjeta de crédito, él va a seguir fabricando helado de kinotos al whisky.


Y colorín colorado, la propaganda está acá abajo.




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2 comentarios:

  1. Me encantó, no hay como un buen uso y abuso de la tarjeta..... Y Alfredo tan tranquilo, así debe ser.

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