domingo, 29 de diciembre de 2013

Ufa... ¡otra vez con el consumismo!

Este artículo me agarró totalmente desprevenido. La verdá en un puño. Tuve que redactarlo así, de una, como consecuencia de lo que cuento luego.

Como decía mi abuela la refranera, y me lo decía a mí especialmente por ser yo su nieto preferido (creo haberos contado algo ya al respecto), pues ella solía decir, fresca como una capilla ardiente:

¡¡ AL MAL TIEMPO, MALA CARA !!

No me vengan a decir ahora que estamos con buen tiempo porque esta ola de calor está arrasando con cuanto bicho encuentra en su camino.

Se los digo con claridad porque, cuestión de honor, les confieso que les escribo desde el Infierno, a donde me vine a pasar el invierno de Alsogaray, si habrá sido bicho el muy bicho.

Como apunté, entre gallos y medianoche en la primera línea, esta noche no tenía previsto escribir nada para este malogrado blog.

Debo también apuntar algo de mi vida cotidiana. A la hora de la comida por la noche, como cocinar me arrebata hasta vaya uno a saber dónde, solamente puedo mirar, por televisión, noticieros o programas de comentarios.
Tenedor
En razón de que muchos de vosotros no conocéis mi casa, amados lectores de todo tiempo pasado fue peor, digo que, si estoy poniendo algo al fuego (por ejemplo, una sabrosa salchicha), o si estoy lavando el tenedor que utilicé, en ambas situaciones a dos, tengo el televisor a mis espaldas, de las que tengo varias por las dudas, espaldas quiero decir. ¿ A espaldas me refiero? Sí, creo que sí.

Digo esto porque si no mirás la pantalla, en caso de estar viendo una serie, un teleteatro, una película u otra cosa, no te enterás de nada, por mucho que estés oyendo claramente hablar en el castellano de Castilla.

Haciendo alarde de distracción supina, afirmo ahora que, de vez en cuando, los noticieros o los programas políticos de estos pagos me tienen harto de vez en cuando, insisto. ¡Fenómeno extraño! Desconozco las posibles causas o razones, pero siento, cada vez en oportunidades más y más frecuentes, algo así como un hastío, cierto cansancio, como una "noia" al decir de los italianos de habla italiana.

Para variar, entonces algunas veces se me da por mirar el Canal Opositor Internacional y Antipopular (COIA) CNN En Español.

¡¡ GRAVE ERROR MÍO DE ESTA NOCHE !!

Supongo que en un importante descuido del canal estadounidense, en el tiempo previsto para los comerciales, agentes extraños tuvieron la osadía de transmitir esta propaganda que pueden ver, bajo su exclusiva responsabilidad, aquí abajo.




¿La miraron bien, con unción y con la actitud servil y obsecuente que se merece? Si no la comprendieron del todo, si hubo algún detalle menor, por ínfimo que pueda parecerles, que se les pasó por alto, vuelvan a mirarla.

Comprenderán acabadamente el ataque superlativo de hipo existencial que me produjo. Por ser verano, tengo abiertas la ventana y la puerta que dan al patio. La vecina, al oírme hipar con tal obstinación y valor, se contagió e hipó conmigo, pese a no haber visto este drama de tan escasa duración visual y tan grandilocuente e impactante accionar emocional, económico y compadrito del arrabal.

Jacinta, mi vecina solícita, preparó de tazones humeantes de té de tilo. Los tomamos y se calmó transitoriamente nuestro malestar.

Acabada que fuera la ceremonia de la infusión, me vine a la computadora y, en medio minuto, encontré esta excelsa publicidad.

Volví a pensar: ¿es posible que haya seres humanos tan obnubilados que caigan en la trampa del endeudamiento sin fin como si tuvieran alguna salida posterior posible?

¿No advierten que la sociedad los obliga a consumir en un afán despiadado de lucro capitalista caiga quien caiga, y mientras más sean los incautos, mejor?

Según esta inocua publicad, Bancaribe te compra, si vivís en Venezuela y vas a alguna sucursal hasta el 20 de Diciembre inclusive (no importa que la propuesta haya vencido como para que dejen de seguir pasando este dechado de solidaridad bancaria), todo lo que les debas a tus otras tarjetas de crédito, al bajísimo interés del 19% fijo por 6 meses (¡viva la letra pequeña!), y te presta lo que necesites...

... para que pases, ¡una Feliz Navidad de verdad!

... según termina diciendo, transcripción textual, el locutor al fin de esta cloaca letal, bien desodorizada por cierto.

¡No hay caso!

DEBE ESTAR PLAGADO DE IMBÉCILES QUE SE TRAGAN ESTE SAPO, Y TODOS LOS DEMÁS QUE LES PRESENTAN EN DIFERENTES LUGARES, Y QUE ACTÚAN EN CONSE-CUENCIA.

De no ser así, las agencias de publicidad no harían esta clase de propagandas.

La última placa del comercial, por mí retocada.


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Foto de Cristina García Rodero - Ribarteme - 1982

2 comentarios:

  1. Imposible mejor. Felicidades

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    1. Como cabe suponer, me alegra mucho que te haya gustado este artículo.
      Saludos a las masas por un año con gusto a dulce de leche.
      Buen fin y mejor principio, desde un corazón abrumado por el calor climático y emocional.

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