domingo, 23 de febrero de 2014

... lo que reluce ...


¿Cómo no honrar, hoy más que nunca, a mi abuela la refranera, que tanto me enseñó para vivir cómodamente esta vida impía y divertida?

Busqué una foto mejor de ella, una realiza-da por un retratista de época, para que po-dáis apreciar su prístina belleza.

Cuando pasábamos las vacaciones vera-niegas en el campo, por las tardecitas ella me llevaba consigo para alimentar a todas las aves de corral que tenía cerca de la huerta. Y mientras estábamos en esto, ella, sabia como el más sabio, iba desgranando los refranes para que se incrustaran como piedras seniles en mi cerebro arcaico.

En muchas ocasiones, sin embargo, farfullaba para sí, y yo, pequeño en edad y tamaño, sólo alcanzaba a percibir estas pocas palabras: ... lo que reluce... y su voz se perdía como en un ensueño paradójico.

Un día, cansado de no entender lo que decía, empecé a gritar como un chico malcriado de esta época y, entre alarido y alarido perfora-tímpanos, le dije:

- ¡Basta, Abu! ¡¿Qué es ... lo que reluce...?!

Me miró sonriendo. Acomodándose la falda, respondió:

- ¡Ah, m'hijito! Es uno más de tantos dichos: "No todo lo que reluce es oro"... A esto me refiero.

Respiré hondo, saqué pecho y exclamé: "Ése me lo ense-ñaron en el colegio."

- ¿Ah sí? -me retrucó al toque con sus ojos pícaros-. ¿Y también te enseñaron, renacuajo sapiencial, cómo sigue en todo su formato existencialista, posmoderno y ventu-roso?

Añadió:

- Vení a la cocina que quiero tomar unos mates...

Intuí que su risa se prolongaba por dentro de ella como una tenia solium o una saginata, no estoy seguro.

Con voz serena, en la que no obstante se percibía su buen humor, fue diciéndo-me, palabras tras palabras, gotas perforando cráneos:

- No todo lo que reluce es oro, también puede ser plata...


... o platino...


... o diamante...


... o perlas...


... o esmeralda...


... y algunas otras cosas.

Se quedó pensativa. Me miró de forma aleatoria y extraña. Agregó:

- Ocasionalmente, en raras, muy raras oportunidades, lo que reluce también po-dría llegar a ser hojalata....


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Como podrás imaginar, queridísimo lector, me quedé pasmado, boquiabierto y patidifuso. O en el colegio yo había comprendido todo al revés, o la abuela... ¡Me quedé sin articular pensamiento alguno hasta el día de la fecha!

Ahora, en cambio, me parece sospechar -tampoco estoy seguro- que mi abuela no me transmitió su habitual dosis de saber nac. y popular en esa ocasión.

¿Será posible que, con este refrán en concreto, se haya mofado de algunos otros dichos con los que disentía?

Me coopta una dosis de romanticismo.

No todo lo que reluce es oro. También puede ser la luz de la luna reflejándose en el mar, para deleitarse con las olas murmurando entre las actitudes, los ges-tos, los suspiros del Amor...


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5 comentarios:

  1. Una vez más se me borró el incunable.... Muy bueno: me encantó, siempre, alimentar aves de corral. el acto en ssí estaba lleno de sabiduría.

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    1. La verdá, alimentar gallinitas es lo más trascendental que hay.

      Algún día voy a escribir una novela policial sobre la desaparición de comentarios en blogs de diversa naturaleza.

      Es claro que, para poder finalizarla, tendré que estar sentado junto a vos para ver cómo hacés para que desaparezcan sin dejar rastro ni huella.

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  2. A very nice story ... it almost sounds like a fairytale.
    Me gusta mucho! Gracias.

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    1. I'm very happy you liked it!
      Of course I know there are some things you'll miss but what is really important is your huge improvement in your Spanish learning process!
      Abrazos y besos.

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    2. Muchas gracias por tu cumplido.
      Abrazos y besos.

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