¿Cómo te explico? Me da... ¡tanto asco!

Cuando vi esta propaganda por primera vez, se me reventó el ojo izquierdo y un pie enorme me pateó el hígado con gran estruendo. Fue una dura experiencia.

Por cierto que se me ocurrió, en ese mismo instante, publicarla y comentarla.

Obviamente, primero necesitaba recuperar mi ojo.

Dolorido como estaba por ese alevoso ariete que perforó mi preciado órgano interno, recogí las partes esparcidas por el piso y, con un buen pegamento, fui recomponiendo mi ojo como quien realiza una minuciosa tarea de relojería médica.

Me llevó un tiempo hacer este trabajo re-artesanal. Mientras lo hacía, me planteé nuevamente el asunto; pensé: "Hay tantas propagandas pésimas... Si me ocupo de todas las que veo, ni siquiera voy a tener tiempo de descabezar un sueñito o probar bocado alguno... ¿Mejor la dejo pasar...?"

No obstante, empero y otrosí digo, a medida que los días pasan y el Mundial viene aproximándose, este innombrable comercial está siendo exhibido con mayor frecuencia.

Y, cada vez, el espantoso desagrado que me genera va incrementándose inexorable, implacablemente.

Por eso, mis queridos amigos, aquí tienen la publicidad para mirarla y escucharla detenidamente.

En el canal de YouTube de donde la descargué, hay varios comentarios escritos por distintos usuarios. No los leí a todos. No obstante, todos los que leí la lapidan.

Copio tres que dicen, con bastante aproximación, lo que pienso y siento.

Pese a mi impulso instintivo, no los he corregido ni en lo gramatical ni en la diagramación.


elindioreloco

Triste, tristísimo.
Estaba pensando reconciliarme con el mundo y considerando seriamente ver algún partido del mundial que se viene, pero...
Los argentinos viven, si vivEN, no viviMOS porque tristemente no puedo contarme entre este masa de carne inerte que se cree libre e inteligente a la vez que puede aceptar sin sentir una ENORME falta de respeto que les digan descarademente, bien de frente y sin caretear, que solo viven, si vivEN, cada cuatro años, que solo son lo que sea que son cada cuatro años. Que son nada más que fútbol, que solo son consumistas.
Coman fútbol, sean fútbol.
Sigan ignorantes, obedientes y consumistas


Duendo D

un mundial nos hace mejores cada 4 años? sino fuera por el mundial no vemos al que no canta el himno? somos generosos solo en los mundiales? nos olvidamos nuestras diferencias solo en lo que dura el mundial? de la nada somos mejores? anda a cagar claro, patetica publicidad, por eso mejor Quilmes tienen mas sentido real o filosofico, pero esto es humo claro...y estos pelotudos de aca abajo festejandole tal desproposito, segui participando claro..


jorge nicolás malvacio

La seleccion es grondona.
Que el hincha Argentino sea argentino cuando le chorean a los vecinos, a los jubilados, cuando violan una pendeja, cuando le pegan a una mina y en la comisaría se le cagan de risa. Que al hincha de la seleccion se le ponga la piel de pollo cuando ve un pibe en la calle durmiendo o pidiendo limosna. Que el hincha Argentino se acuerde que el cartonero, el que limpia vidrios o el que reparte estampitas en el subte es tan argentino como el y tiene tantas ganas de estar calentito en una casa viendo a la seleccion como el. Que al hincha argentino le rompa los huevos que claro le rompa el orto con la factura de celular sin saber que puto servicio paga... que al hincha argentino le moleste que dos argentinos se maten por tener camisetas diferentes... o que el gil laburante no pueda ir a brasil y bebote conozca hasta Japón... en lugar de ser tribunero y alentar cuando un barra te lo pide. En sintesis... La publicidad de claro te dice que sos un mejor argentino cada 4 años y tiene razón. porque en el día a día dejamos mucho que desear.

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Y todo este disparate para hacer publicidad de Claro. ¿Cómo no ponerse nervioso?

Para colmo, en realidad Claro no es una empresa argentina. Rejuntada con Telmex, ambas están controladas por América Móvil, de Méjico, que forma parte del Grupo Carso, de ese mismo país.

Como les decía, que no vengan después a hablarme de empresas multinacionales o bobadas por el estilo, del mismo tenor (soprano, contralto y bajo) y substancia gelatinosa, tal como la yel de mi hígado destrozado por este comercial.

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